domingo, 1 de agosto de 2010

hay puertas...

hay puertas que debemos cerrar para abrir puertas. las hay que debemos abrir, para cerrar puertas. hay pendientes que trepamos hacia bajo, derrumbándonos con gran esfuerzo, y pobre del que valúe el esfuerzo per-sé sin ver a dónde le conduce.  hay llanos en que sencillamente nos dejamos llevar, y ascendemos hacia más allá de las cumbre más altas; y allí el esfuerzo se aplica a abstenernos de incidir. la bendición se hace entre los dedos, en el espacio con que vinculas a las letras del Nombre sagrado, más que en las letras mismas del Nombre que te excede.

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